Me vuelvo a sentar para escribir la continuación de aquella carta que os dediqué hace tan solo unos días después de vuestro examen de conocimientos y ortografía.
Y la casualidad quiere que lo vuelva a hacer en los momentos previos a un nuevo turno de servicio.
Esta noche mientras vele por la seguridad de los vecinos de Torre Pacheco, vosotros patrullaréis conmigo. Algo que se ha convertido ya en una tónica a lo largo de estos dos últimos años.
Quienes habéis leído mis libros, o quienes me seguís desde hace tiempo en Twitter o Facebook, sabéis que Espíritu González no es solo una cuenta de apoyo a los opositores; Espíritu González soy yo, con mis emociones, mis sentimientos, algunos valores, y sería absurdo no reconocerlo; yo soy yo con mis defectos. Espíritu González es vuestro compañero.
Cierto es que la vida de Espíritu González empezó a pegar un giro no establecido, cuando publicó su primer libro, “De patrulla con Filípides”. Un policía al que le gusta correr, al que le encanta su profesión y que un día se lanza a la aventura de entremezclar sus dos grandes pasiones para tratar de hacer llegar a los demás, qué siente un policía cuando patrulla, o qué siente un corredor mientras prepara una maratón. Creedme, cuando lo escribí no tenía ni idea de que estaba escribiendo un libro de motivación. Como policía, como corredor, pero sobre todo como ser humano, tenía una serie de emociones dentro de mí que me apetecía emancipar. Mi sorpresa fue mayúscula cuando descubrí que a los opositores les motivaba para cumplir sus sueños.
Los comienzos con Filípides fueron tal vez los meses más emocionantes e insólitos de mi vida. Un aluvión de opositores empezaban a hablar de este libro. Incrédulo veía como lo recomendaban por activa y por pasiva en las redes sociales; decían que ya sabían lo que iban a sentir cuando fueran policías. Otros hablaban del lado humano de los policías cuando descubrían que estos también son personas y que tienen un corazón tan grande como el de cualquiera otra.
Lo que os voy a contar es algo que sucedió hace dos años y que se repitió el año pasado. Ocurrió en los meses de junio, en los días que salieron las listas definitivas de los nuevos policías. Aquellas mañanas no solo fueron mágicas para ellos, aquellas mañanas también fueron mágicas para mí cuando un gran número de nuevos polis me daban las gracias por haberles ayudado a conseguir sus sueños. Algunos llegaron a decir que estuvieron a punto de abandonar y gracias a “De patrulla” no lo hicieron. Aquellas mañanas se convirtieron en policías para siempre. Lo que os acabo de contar es algo que se volverá a repetir en unas semanas.
Con este aluvión de emociones, era lógico que mi vida pegara un giro y mi agradecimiento hacia mis compañeros se hiciera eterno. Por ello decidí escribir Del sueño a la meta. Hoy mismo ha salido la tercera edición de este libro que no deja de darme alegrías por lo que me transmitís que os hace sentir. Tercera edición y no hace nada que lo hemos publicado. Por cierto que de “De patrulla con Filípides” ya ha salido la sexta. Os debo tanto, compañeros…
Disculpad que haya hecho esta introducción tan extensa. Me meto en faena.
Son las ocho de la tarde y aunque tengo el Smartphone en silencio, mientras os escribo no me he podido resistir a ver cómo os ha ido.
De momento veo toda clase de respuestas. Veo compis que demuestran su júbilo tuiteando: —APTOOOO—. Me transmiten su felicidad, me hacen sentir parte de ese paso que han dado hoy tan importante hacia la meta. Pero por otra parte me da un poquito de pena, no lo puedo negar, por los otros opositores que no han aprobado. Me enorgullece y me satisface que haya quien diga: —no pasa nada, el sueño sigue intacto—.
Yo sé que a pesar de lo que me pueden decir los no aptos, mañana estarán de bajón. Sobre todos los que tenían esperanzas de aprobar. Vosotros sabéis que yo estaré aquí para seguir haciéndoos comprender que vuestro sueño no ha hecho nada más que comenzar. De hecho pasado mañana volverá a brillar el sol y seguiremos nuestro camino hacia la meta. Esta misma mañana tuiteaba que uno no termina de cumplir el sueño ni cuando se convierte en policía.
Pase lo que pase esta tarde, quiero decirte que el sueño no ha hecho más que comenzar. Si quieres ser policía este no se acaba ni cuando se cumple
Estos días os he dicho que debéis de ser pacientes. Sabéis que la paciencia es una de las grandes virtudes que debe tener tanto un policía como un opositor. Os he recomendado que ahora más que nunca debéis demostrar saber estar. Que no debéis hacer críticas agresivas a las personas que os han examinado. Sé que los errores en los exámenes fueron una jodienda, que habrá a quienes les haya beneficiado y habrá a los que les haya perjudicado. Cierto es que fue un cúmulo de despropósitos pero estoy convencido que no fue intencionado. Y si no lo estuviera me lo callaría, y vosotros me gustaría que hicierais lo mismo. Irremediablemente hay que aceptar la situación. Esto otro tuiteaba ayer, os aseguro que lo hago siempre porque quiero lo mejor para vosotros.
La paciencia es una de las virtudes que necesita un opositor y ahora más que nunca tenéis que demostrarla con saber estar. Son solo unas horas más
Mientras algunos “patalean”, otros trabajan en silencio avanzando con paso firme hacia la meta
Son las 8 y media y no dejan de lloverme WhatsApp y menciones con vuestros aptos y lamentaciones. A los que habéis aprobado, daros la enhorabuena, seguimos hacia la meta con paso firme pero siempre con los pies en el suelo, eh. A los que no habéis aprobado, mandaros un abrazo de ánimo y deciros que no dejéis de confiar en vuestras posibilidades. Una de las 1299 plazas es para ti.
A todos deciros, que el sueño no ha hecho nada más que comenzar. Y que yo seguiré estando aquí para alentaros durante el trayecto y aplaudiros cuando crucéis la meta.
—esfuerzo, organización, disfrutar el camino, ayudar, creer en uno mismo, fe, «perseverancia», responsabilidad y un siempre y simple tener paciencia—
¿Quieres ser policía? Sube, hay sitio. Te llevaré Del sueño a la meta.
El sábado 13 de junio estaré en Feria del Libro de Madrid firmando ejemplares de los libros. Será en la caseta 60 y será a partir de las 18.00 H. Me encantaría saludarte.
Mañana lo edito. ahora me voy a patrullar.