Algunas pinceladas de la presentación “de patrulla con Filípides”, en Cartagena
Fragmentos transcritos de radio.
Presentación Javier R. González.
Y ahora me toca a mí, hablar del libro… Lo primero decir, que desde que publiqué “de patrulla con Filípides” mis emociones han ido en aumento. Mi vida un tanto ha cambiado, que no yo.
“Verme en televisión, escucharme en la radio, leerme en la prensa, sentarme aquí con ustedes, que me estén escuchando y que parezcan atentos… Alucinante, estoy tremendamente emocionado.”
Con esa emoción les digo que “de patrulla con filípides” es la historia de Espíritu Gonzáles, el policía, padre de familia, que corre maratones y escribe lo que siente.
Luis Delgado Bañón, habla en el epílogo, de un conjunto de relatos estremecedores, que enganchan al lector desde las primeras páginas. Donde se conjuga el amor que el autor siente por la maratón, la labor policial y la pasión por la literatura. ¡Qué bonita palabra!. Me encanta la palabra amor. Y es que estoy convencido que es así, estoy enamorado de correr, de mi trabajo como policía y lo demuestro escribiendo. Por supuesto estoy enamorado de mi mujer y mi familia… Partes imprescindibles de este libro, como lo es también mi madre, con la fuerza que me da desde el cielo en el trabajo, corriendo o cuando escribo.
Mi intención, con este libro, ¿Cuál es? Pues que el lector, se calce virtualmente las zapatillas, para recorrer cómodamente desde casa 16 capítulos o 42 kilómetros. Que pueda disfrutar leyendo relatos. Cómo dice Luis Delgado y la crítica lo avala, relatos emocionantes de experiencias personales e intervenciones policiales. Las opiniones de quienes lo han leído, hablan de inimaginables y estremecedoras aventuras, que empatizan desde el kilómetro uno con el lector.
La policía es un trabajo muy bonito y emocionante pero a veces tremendamente duro. Correr es emocionante, depende como lo tome uno, puede ser duro. Ambos tienen su recompensa siempre. En este libro, entremezclo mi pasión por el trabajo y por correr, por correr maratones. Intento transmitir mis sentimientos, mis sensaciones, mis miedos, mis valores, mis inquietudes y ¿por qué no? mis virtudes. Estas pueden ser las mismas de las de cualquier policía, corredor o persona.
Me preguntaban el otro día en una entrevista para una conocida revista runner y también en el diario la verdad, qué cómo me afecta correr al trabajo. Mi respuesta fue clara y contundente:
«Correr me hace sentir mejor persona y por tanto mejor policía. Correr me transmite una paz y una serenidad que ni la mejor valeriana o tila podría superar. Intento transmitirlo en “de patrulla con Filípides”. Adquieran el libro y descúbranlo».
Un libro recomendable para todo el mundo. Conocerán como el deporte alimenta mi espíritu. Los policías y corredores se sentirán identificados. También los no corredores o no policías. Advierto que estos últimos, se conmoverán, probablementemás al conocer nuestras intervenciones y experiencias.
Tengo lectores que no han corrido en la vida y una vez han leído el libro han ido corriendo a comprarse unas zapatillas para empezar a correr. Eso ya recompensa todo el esfuerzo de escribir y publicar el libro. Tengo lectores que antes de leer el libro tenían un concepto equivocado de la policía. Ahora me dicen que ven con mejores ojos a la policía. Una chica desconocida, escribía el otro día en su twitter, que desde que leyó el libro de Espíritu González tiene un concepto mucho más bonito de la policía. Son muchos los jovenes que tienen dudas, sobre si valdrán o no para ser policías… Con mi libro esas dudas se disipan. Yo, por cierto, también las tuve en su día…
¿Qué quieren que les diga? Esto para mí y para la policía es fantástico, aunque haya quien no lo valore o no lo quiera ver. Estoy convencido y me siento orgulloso, de estar contribuyendo a dar a conocer la verdadera y noble imagen del las policías.
Compren el libro, siéntense en un patrulla con Filípides. Con aquel fantástico señor de la mitología griega. El hemoticono, mensajero que recorrió la distancia de la gloria, los 42 kilómetros que separaban Maratón de Atenas, para anunciar la victoria griega a los persas. Aquel señor que cuando llegó a su destino, gritó: ¡Nenikekamen! (hemos vencido) y cayó fulminado al suelo. Dio su vida por salvar a los suyos. Los policías muchas veces damos nuestra vida por salvar la de desconocidos…
sigue….